Aunque puede que no sea el material de elección para los vehículos eléctricos en el corto plazo, la Asociación Internacional del Zinc está apostando fuerte por el potencial de mercado de las baterías recargables de zinc que sirven para almacenamiento de energía.
La IZA ya anunció el lanzamiento de su iniciativa de baterías de zinc (ZBI). Los miembros de esta iniciativa confían en la ventaja que supone la capacidad de las baterías de zinc para funcionar en una amplia gama de temperaturas (-30 grados centígrados a 75 grados centígrados), así como para proporcionar descarga de alta potencia y almacenamiento de larga duración. A diferencia de las alternativas a base de litio, las baterías de zinc también cuentan con una sólida trayectoria de seguridad.
A medida que las energías renovables asumen un papel aún mayor en la red de energía, el almacenamiento de energía puede ayudar a abordar la intermitencia de la energía solar y eólica. Además de servir como suministro de respaldo cuando se interrumpe la generación, también se espera que el almacenamiento de energía desempeñe un papel central en la electrificación del transporte.