El 75% de todo el aluminio que se ha fabricado desde hace 100 años se encuentra actualmente en uso gracias a este sistema de reciclado.
El aluminio es un 95% reciclable sin merma de sus cualidades, lo que sumado a que la energía que precisa su proceso de reciclado apenas alcanza el 5% de la energía necesaria para producir aluminio primario, permite un ahorro de energía del 95%. Reciclar sale más a cuenta que producir aluminio nuevo. Además, es un material infinitamente reciclable. Todo esto avala la idoneidad del aluminio como material clave para la economía circular.