Bolas de Zinc

Antes de hablar de las bolas de zinc, hemos de tener en cuenta que el zinc es un metal extremadamente versátil, por lo que desempeña un papel fundamental en la actividad industrial, contando con innumerables aplicaciones en distintos sectores. Así, por ejemplo, el zinc presenta todo un abanico de aplicaciones en el sector de transportes, infraestructuras, bienes de consumo o producción alimentaria. Además, gracias a su durabilidad, el uso del zinc contribuye a ahorrar recursos naturales y a potenciar la sostenibilidad. Por si esto fuera poco, al final de su vida útil, el zinc puede recuperase sin ninguna pérdida en su calidad o propiedades.

La aplicación más característica de las bolas de zinc es la protección del acero frente a la corrosión, actuando el zinc como ánodo de sacrificio.

Gracias al recubrimiento, mediante un proceso de galvanización del acero, éste dura más, presenta menos costes de mantenimiento y, por tanto, un menor impacto medioambiental derivado de dichos costes.

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Producción de Zinc

En todo el mundo se producen anualmente más de 11 millones de toneladas de zinc. De ellas, casi el 50% se utiliza para galvanizado de acero, es decir, para protegerlo frente a la corrosión. En torno al 17% se utiliza para producir latón y otro 17% para la producción de aleaciones de base zinc, principalmente en el sector de moldeado por presión. Por último, también se utilizan cantidades significativas en compuestos, como por ejemplo en óxido de zinc y sulfato de zinc, así como en planchas de zinc, utilizadas en tejados, canalones y bajantes.

Las bondades del zinc electrolítico, 99.995% de pureza mínima, lo convierten en la materia prima ideal para estos fines.